Por Anna Miravete (Farmacéutica y Nutricionista)

Cuando llega la primavera te sientes más cansado de lo habitual y con menos energía?

Cuando cambiamos de estación más de un tercio de la población en esta época sufre un trastorno no grave  llamado astenia primaveral. Es más común en personas con edades comprendidas entre los 20 y los 40 años y en las mujeres.

La astenia primaveral se caracteriza por sentir un fuerte cansancio y/o agotamiento inexplicable, es decir, nos encontramos con una  falta de energía vital que puede tener tanto un origen físico como  nervioso.

Normalmente va acompañado de síntomas como fatiga muscular, insomnio, falta de concentración o la sensación de más apatía de lo habitual sin motivo aparente, lo que puede crear dificultades en el trabajo y a  la  hora de llevar a cabo nuestras actividades del día a día.

También pueden aparecer síntomas añadidos como dolor de cabeza, falta de apetito, irritabilidad, disminución del apetito sexual y tristeza injustificada.

Todos estos síntomas son debidos a  una fase de cambio que hace nuestro cuerpo para adaptarse esta época del año. La primavera cambia la luz, el aire que respiramos, cambia la temperatura,  eso provoca que nuestro cuerpo deba adaptarse a las nuevas condiciones de luminosidad, temperatura, cambios de humedad y presión atmosférica.

Pasamos a tener un mayor número de horas de luz, esto hace que nuestro biorritmo interno  necesite una adaptación a los nuevos horarios y por eso nos sentimos más cansados.

Las alteraciones hormonales que se producen en estos días, fruto de los cambios de luz solar, también están detrás de la astenia primaveral y explican que ésta afecte de manera especial a las mujeres. Además, esta situación también hace que cueste más dormir, por lo que se está más cansado.

A parte, con el cambio horario, dormimos una hora menos y esto puede afectar a nuestro organismo provocando falta de energía y apetito.

Durante la primavera se produce la polinización de muchas plantas. Esto hace que el aire que respiramos esté más lleno de sustancias que nos pueden producir alergias y aunque no las manifestemos, nuestro sistema inmunitario tiene que luchar más para hacerles frente. En estos casos, los individuos más afectados son las mujeres alérgicas al polen, la mayoría sufren rinitis alérgica lo que conlleva a malestar general que puede hacer que se duerma mal, que se esté más irritable y, en definitiva, que se sienta más fatiga y desmotivación.

Para afrontar la astenia primaveral  es muy importante mantener un estilo de vida saludable, recomendamos:

–       Seguir unos ritmos adecuados de alimentación que comprendan cinco comidas diarias, ya que repartir bien las comidas hará posible que no tengamos bajadas de azúcar lo que nos agravaría la sensación de decaimiento.

–       Seguir una dieta rica en alimentos energéticos: dátiles, frutos secos, plátano, legumbres y cereales completos.

–       Consumir alimentos frescos en abundancia ricos en vitaminas y minerales antioxidantes, como frutas y verduras de temporada.

–       Recomendamos tomar alimentos ricos en Omega 3 como las nueces y algunos pescados como la sardina y el salmón.

–       Una correcta hidratación también es otro remedio para deshacerse de la fatiga

–       No hacer dietas sin el apoyo de un profesional sanitario porque pueden producirnos más cansancio y contribuir a la malnutrición y a la falta de vitaminas o minerales

–       Evitar el exceso consumo de alcohol y tabaco.

–       Hacer ejercicio de forma regular: conseguiremos activar el organismo y así estar más concentrados y activos. Además liberamos endorfinas que nos ayudan a afrontar el estrés y genera estados de ánimo positivos

–       Por último, es recomendable dormir las horas necesarias, puesto que en primavera las necesidades energéticas son algo mayores, por lo que habría que irse antes a la cama y bajar el ritmo para que el organismo se adapte cuanto antes a los cambios.

Tomar suplementos vitamínicos es una posible opción para hacer frente a la astenia.

–       Se recomienda la Jalea Real para estados de cansancio y abatimiento, ya que actúa como  tonificante y euforizante.

–       Aconsejamos complementos preparados ricos en vitaminas y  antioxidantes como las vitaminas del grupo B y C  que nos actuarán como estimulantes y energizantes.

–       También minerales como el Magnesio nos ayudarán a mantener en equilibrio nuestro sistema nervioso y el estrés.

En la fitoterapia y tratamientos naturales también tenemos plantas que nos pueden ayudar con los síntomas de estrés, fatiga y tristeza como por ejemplo:

–       La Rodiola y la Albahaca morada: Tienen propiedades  adaptógenas, es decir, que protege al organismo frente a un amplio rango de factores estresantes haciendo que estos causen una mínima perturbación de la fisiología normal del organismo. 

–       La melisa, lavanda y  manzanilla nos devolverán la tranquilidad y el buen descanso.

Los complementos se pueden empezar a tomar en primavera para sobrellevar mejor el mayor número de horas de luz y continuar con el tratamiento, si fuese necesario,  hasta el inicio del verano. Es fundamental que los productos sean de calidad, y cumplan los estándares de procesado y conservación que garantizan su seguridad y eficacia. El establecimiento sanitario que garantiza estos requisitos es la oficina de farmacia, en la que, además se recibirá el consejo del profesional sanitario mejor formado que nos orientará sobre cómo, cuándo y de qué manera tomar este producto.

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