La dispareunia representa el 15% de las consultas al ginecólogo

El dolor durante las relaciones sexuales, conocido como dispareunia, es más frecuente de lo que imaginamos. Representa un 15% de las consultas al ginecólogo. A pesar de ello, con frecuencia, por miedo, vergüenza o porque en muchos casos se asocia a una situación normal, la dispareunia no se consulta al médico. Tres de cada cuatro mujeres pueden haber experimentado un coito doloroso en algún momento de su vida, pero en general son situaciones puntuales que se resuelven sin incidencias. En cambio, si este problema presenta más de tres meses de evolución requiere una atención ginecológica para analizar la causa que produce las molestias.

La dispareunia engloba cualquier tipo de dolor sexual con diferentes causas. La vulvodinia, caracterizada por dolor vulvar, es una de ellas. Se caracteriza por picor, hipersensibilidad, escozor, e irritación. “Estos síntomas a la alarga pueden provocar dolor en las relaciones sexuales”, señala Stefanie Redón, ginecóloga de Salud de la Mujer Dexeus. El vaginismo es otra causa frecuente. Se trata de una hipertonía del suelo pélvico, es decir, un tono muscular aumentado, que provoca la contracción involuntaria de la vagina. “Esta hipertonía del músculo es un mecanismo de defensa natural frente al dolor que con frecuencia impide las relaciones coitales por miedo al padecimiento”, explica Redón. Esta situación mantenida crea, a su vez, una falta de deseo y se crea un círculo vicioso que interfiere en la satisfacción sexual.

A pesar de que el dolor en las relaciones sexuales puede afectar a todas las franjas de edad, se desarrolla especialmente durante la menopausia. En esta etapa vital decae la producción de hormonas ováricas, dando como resultado que la piel de la vagina sea más fina y el conducto vaginal se contraiga y disminuya su flexibilidad y elasticidad. “La disminución de los niveles de estrógenos – apunta esta ginecóloga- conduce a una menor hidratación y circulación sanguínea y, por tanto, en ocasiones producen dolor durante las relaciones sexuales, irritación y escozor en la zona genital”. El postparto y la lactancia también son etapas de la mujer en las que, debido a los cambios hormonales, se puede producir dispareunia.

Además, siempre se deben descartar posibles infecciones. “Es importante analizar los hábitos de la mujer, ya que algunos jabones o lubricantes podrían producir irritación y, por tanto, causar dolor”, destaca Redón. Por ello, para un correcto diagnóstico es esencial una buena anamnesis para conocer hábitos y antecedentes de la paciente, además de una exploración para descartar problemas orgánicos.

El tratamiento dependerá de la causa que produce el dolor. Cada mujer tendrá un tratamiento específico. Si es a nivel hormonal o de lubricación, se centrará en el uso de estrógenos a nivel local, lubricante durante las relaciones sexuales y sobre todo hidratantes vaginales. Si se debe a un exceso de higiene o irritantes vaginales, bastará con eliminar los agentes causantes. Para las hipertonías la fisioterapia es una buena alternativa. “Presenta muy buenos resultados. A través de ejercicios específicos, técnicas respiratorias, el uso de dilatadores y masajes vaginales se ayuda a relajar la musculatura”, asegura esta especialista de Dexeus. Si el problema se aborda correctamente la respuesta es muy buena y la mujer consigue eliminar el dolor en las relaciones sexuales.

A pesar de que no tratar la dispareunia a nivel orgánico no tiene consecuencias, la mayor afectación se produce a nivel personal. Cuando la situación se mantiene y es recurrente acaba apareciendo una disfunción que puede llegar a afectar a las relaciones interpersonales. En estos casos se debe seguir terapia sexual y de pareja basada en la parte psicológica y conductual en la que se dan una serie de orientaciones y prescripciones terapéuticas

Translate »