JORDI CAMBRA. Si al levantarnos por la mañana tenemos fuertes dolores de cabeza, de oído o en la articulación mandibular, es posible que, en ausencia de otras patologías más graves, estemos apretando con fuerza los dientes durante la noche de forma inconsciente. El apretamiento dental (bruxismo) es un hábito parafuncional de alta capacidad destructiva que se agrava en situaciones de estrés y tensionales, pudiendo provocar dolores intensos.

Normalmente, el apretamiento dental está directamente relacionado con situaciones de estrés y tensionales, propias de la vida moderna. Antiguamente, cuando el ritmo de vida era otro, esta patología era poco frecuente. El principal síntoma es el dolor. Puede manifestarse tanto en la articulación temporomandibular como en fuertes dolores de cabeza y de oído. Puesto que es difícil para una persona desconocedora del tema relacione estos síntomas con el apretamiento dental, a menudo se acude a los especialistas equivocados para solucionar este problema.

En caso de dolor agudo se debe realizar un tratamiento de choque con medicación, sesiones de corrientes relajantes o incluso infiltraciones locales. El tratamiento a largo plazo consiste en la fabricación de una placa de descarga de relajación, hecha a medida con resina rígida transparente que se adapta perfectamente a los dientes. Esta placa tiene un resultado muy eficaz, puesto que además de prevenir el dolor permite evitar posibles roturas de prótesis y prolongar la duración de los implantes.

CONSECUENCIAS

-Desgaste de los dientes

-Fracturas del esmalte e incluso de la raíz dentaria

-Aflojamiento de los dientes del hueso

-Activación de procesos infecciosos de dientes tratados

-Lesiones en la articulación temporomandibular

-Fracaso de prótesis por sobrecarga

-Dolor generalizado en los dientes o localizado en la zona articular

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