La búsqueda de test de diagnóstico rápido se ha convertido en una acción común de las compañías que están desarrollando pruebas de anticuerpos como respuesta a la pandemidel Covid-19. Así lo analiza Anna Petherick, profesora departamental de política pública en la Escuela de Gobierno Blavatnik de la Universidad de Oxford en un Informe publicado en el último número de The Lancet.

En respuesta a la enfermedad por coronavirus, los gobiernos han establecido normas que limitan las libertades personales y obstaculizan sus propias economías, colocando a aproximadamente 3.000 millones de personas bajo encierro domiciliario.  Algunos países han implementado pruebas generalizadas para las infecciones actuales, mientras que otros han limitado estas pruebas a las personas hospitalizadas, al menos durante las primeras etapas de sus respuestas. Es el caso de España.

A medida que los nuevos controles se empiezan a imponer, la carrera por desarrollar y aprobar este tipo de pruebas aumenta. “Las compañías de diagnóstico están luchando, y los gobiernos están buscando ordenar millones de estas pruebas de anticuerpos”, explica.

Sin embargo, la autora explica que todavía existen algunas preguntas técnicas sobre la optimización del diseño de la prueba, principalmente para entender cómo el recubrimiento viral desencadena el reconocimiento y la neutralización del virus por parte de un sistema inmunitario saludable. Está claro que paralelamente a la lucha frente a este virus, existe una carrera a contrarreloj para alcanzar la normalidad económica y social de la población.

Por qué ahora son necesarios los test de anticuerpos?

El escenario que se abre ahora es saber detectar qué tipo de pruebas son las más eficaces en esta lucha contra el Covid-19. Como explica la autora, si una prueba puede mostrar que un profesional sanitario ya ha tenido Covid-19 y, por lo tanto, es probable que sea inmune, puede regresar a trabajar sin temor a una infección. “Eso es algo que puede hacer fácilmente con una prueba de detección de anticuerpos y no con el PCR “.

En este sentido, la autora analiza el carácter multipropósito de estas pruebas. Por un lado, verificar que las vacunas funcionen según lo previsto durante los ensayos clínicos. Al medir los niveles de anticuerpos en pacientes infectados y recuperados, tendremos una idea mucho mejor de los niveles de anticuerpos protectores que una vacuna necesita para provoca. Por otro lado,  que se usen en el rastreo de contactos tiempo después de la sospecha de la infección de un individuo.

Probablemente su uso actual más importante, en masa, es ayudar a informar a los gobiernos cuántos casos asintomáticos han ocurrido en una población. Los anticuerpos revelan evidencia de una infección previa en cualquier momento desde aproximadamente una semana después desde el contagio, explica. Como refleja la autora en este informe, actualmente, solo se está estimando el número de personas que han sido infectadas. “Nadie en el mundo lo ha medido correctamente todavía”, añade en el informe Martin Hibberd, profesor de enfermedades infecciosas emergentes en la London School of Hygiene & Tropical Medicine, Reino Unido.

Los PCR…

Las pruebas de PCR que detectan ARN viral indican una infección viral actual. Actualmente, se están utilizando para diagnosticar casos de Covid-19 y son una parte esencial del rastreo y las pruebas de contacto. Sin embargo, y a la vista de lo que está ocurriendo, el desafío es abastecer a todos los países. El problema, apunta, es que hay un exceso de demanda de cebadores de PCR, así como de controles positivos, que son necesarios para garantizar el rendimiento de las máquinas individuales.

Las pruebas de anticuerpos

Las pruebas de anticuerpos son diferentes porque requieren cierto conocimiento de las proteínas que forman la carga viral, específicamente, aquellas proteínas a las que responde el sistema inmunitario, lo que desencadena la producción de anticuerpos que señalan o neutralizan el virus. Esas secciones del recubrimiento de la proteína viral se deben producir en el laboratorio, utilizando líneas celulares, para su inclusión en un inmunoensayo, que detecta si hay anticuerpos presentes.

Estos estudios, dice la experta, formarán la base de los kits de pruebas domésticas para personas que piensan que han tenido Covid-19. “Pero su desarrollo lleva tiempo”. Expresar la proteína en la estructura correcta es a menudo el paso más difícil. En un sistema no nativo, como una célula bacteriana, las estructuras proteicas complejas pueden salir ligeramente deformadas.

También hay preguntas sobre qué antígenos (proteínas) son los mejores. Algunas compañías de diagnóstico son cautelosas acerca de dar demasiados detalles, aunque la proteína de pico se percibe universalmente como la mejor candidata. “Todas las proteínas virales provocarán respuestas de anticuerpos hasta cierto punto”, asegura Berend-Jan Bosch, especialista en coronavirus en la Universidad de Utrecht en los Países Bajos. “Pero la proteína espiga es el antígeno principal que produce anticuerpos neutralizantes, ya que esta proteína es la única proteína en la superficie viral que es responsable de la entrada en la célula huésped “. La investigación de la proteína espiga también presenta vías para el desarrollo de terapias frente al Covid-19. Como recogePetherick, Bosch y su equipo han creado un anticuerpo monoclonal humano que neutraliza el SARS-CoV-2 in vitro.

Qué proteína?

Un grupo de investigadores de la Escuela de Medicina Icahn de Nueva York en Mount Sinai ha publicado detalles de las pruebas de anticuerpos que usan la proteína de espiga completa, modificada ligeramente para mejorar su estabilidad durante la producción en masa. Otros, como Peng Zhou, que lidera el grupo de infección e inmunidad del virus murciélago en el Instituto de Virología Wuhan en China, y formó parte del equipo que secuenció el código genético del SARS-CoV-2 en enero, han utilizado la proteína nucleocápside y la proteína espiga. La prueba de anticuerpos de Zhou es una de al menos diez de anticuerpos que ya se han implementado en hospitales de China.  Esta proteína viral es la más abundante, lo que significa que es fácil de detectar. “Pero también elegimos la proteína espiga porque es muy específica”, dice. “En realidad, para el coronavirus, la proteína más divergente es la proteína espiga”.

La reactividad cruzada

Los expertos explican que todo depende de la singularidad de la proteína de espiga. “En términos de la especificidad de las pruebas serológicas, cuanto más único es, menor es la probabilidad de la reactividad cruzada con otros coronavirus, es decir, los falsos positivos resultado de la inmunidad a otros coronavirus”.  El más similar es el coronavirus del síndrome respiratorio agudo severo (SARS-CoV), que provocó el brote en 2002. Pero otros cuatro coronavirus causan el resfriado común y es esencial asegurarse de que no haya reactividad cruzada. “Si alineas los aminoácidos de las proteínas de pico del SARS y el virus Covid-19, hay una identidad del 75%“, dice Lewis.

Hibberd calcula que la cifra general de coronavirus que causan resfriado común es probablemente de 50 a 60%, pero el potencial de reactividad cruzada realmente depende de si las nuevas pruebas seleccionan secciones de la proteína espiga que son particularmente distintas entre los coronavirus. Aunque los casos de SARS se registraron solo en algunos países, muchos desarrolladores de pruebas de anticuerpos están trabajando para demostrar la ausencia de reactividad cruzada de las nuevas pruebas con SARS-CoV u otros coronavirus.

Es posible la reinfección?

Debido a que, en palabras de Bosch, la proteína espiga es la única proteína viral responsable de la entrada en la célula huésped, su estabilidad a medida que el SARS-CoV-2 muta es importante para comprender si es probable la reinfección con una cepa nueva. La autora explica qué según la investigación de Wang, la proteína espiga está altamente conservada. “Los virólogos generalmente están de acuerdo en que los informes de los medios de reinfección con SARS-CoV-2 probablemente se deban a pruebas de PCR erróneas”, asegura.

 Hibberd argumenta, en este informe, que una vez que las personas producen anticuerpos contra un coronavirus en particular, probablemente tengan inmunidad de por vida. De hecho, el laboratorio de Wang ha investigado cuánto dura la inmunidad contra el coronavirus del síndrome respiratorio SARS-CoV y Medio Oriente. “17 años después, un superviviente del SARS todavía tiene anticuerpos neutralizantes contra el SARS; descubrimos que no solo estaban allí los anticuerpos, sino que aún podían neutralizar el virus del SARS”.

Pruebas, pruebas y pruebas

A juicio de la autora, esta es una noticia tranquilizadora para los gobiernos que tienen la intención de implementar pruebas de anticuerpos para devolver la normalidad a la sociedad. Sin embargo, aumentar la producción lo suficientemente rápido como para satisfacer las necesidades de los gobiernos no es una hazaña.  Las compañías de diagnóstico pueden estar mejor posicionadas para satisfacer la demanda, pero supone un esfuerzo. En su mayoría, estas compañías están centrando su producción en estas pruebas.  

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